lunes, 23 de agosto de 2010

Chungología para principiantes: La mosquita muerta

Nos encontramos ante uno de los tipos de chungo (habitualmente, pero no necesariamente, chunga), más peliagudos de manejar. Porque el chungo resentido, con todos sus defectos, tiene una clara ventaja, y es que emana chunguedad por cada uno de sus poros, y habitualmente la gran mayoría de la gente se pone en guardia: únicamente el amigo “parasitado” puede pasar una larga temporada ajeno a la verdad. Con la chunga mosquita muerta (por cuestiones de concordancia hablaré en femenino, pero conste que también existen chungos mosquitos muertos), sucede lo contrario. De cara a la galería parece tan desvalida, inofensiva e insignificante que los primeros en advertir detalles sospechosos y alertar al resto de la manada serán tachados de paranoicos o de criticones. Y es que, ¿qué daño puede hacer una persona que jamás es capaz de plantarle cara a nadie, ni de decir una palabra más alta que otra, y que continuamente necesita protección?

A estas alturas, quienes hayan padecido en su entorno a alguna chunga mosquita muerta ya se habrán olido que por ahí precisamente van los tiros: lo que hace a este ejemplar tan conflictivo es que ha desarrollado una técnica depuradísima para meterse en mil jardines y, una vez las cosas se ponen feas, poner cara de perrito Tristón o de damisela en apuros y esperar a que sea el novio o amigo/a de turno quien adopte un papel protector, se haga cargo del marrón y haga de “poli malo”.

La principal arma de la que se valen las mosquitas muertas para salir indemnes de cualquier embolado es, naturalmente, el llanto. En el momento en que alguien les vea el plumero y les plante cara; en el momento en que te des cuenta de que la mosquita lleva demasiado tiempo chupándote la sangre y le dices que se empiece a apañar solita; o en general, en cualquier situación en la que las cosas pinten desfavorables para ella, su solución será poner cara de Candy Candy y empezar con el lagrimeo (Años de práctica hacen que sean capaces de estar monas llorando: ni se les hinchan los ojos, ni moquean, ni se congestionan ni na). La mosquita muerta es esa amiga a la que gritas cuando la descubres duchándose en bolas con tu novio, y te dice con los ojos bañados en lágrimas que no valoras sus esfuerzos por ahorrar agua. Y tiene una técnica tan depurada, que efectivamente conseguirá conmover al personal y al final todos se pondrán de su parte y te acabarán diciendo que desde luego, tía, cómo te pasas. Ya has hecho llorar a la pobre…

viernes, 2 de abril de 2010

Temporada de setas

Con los años, me he convertido en una gran experta en setas. No en vano componen aproximadamente el 100% de mi círculo social en mi city. Cosas de la edad, supongo, ya que, en la mayoría de entornos sociales, la temporada de setas comienza en algún momento entre los veintitantos y los treintaypocos (por lo general a raíz de algún cambio como echarse pareja formal o pasar de la vida de estudiante al mundo laboral) y dura hasta... bien, en muchos casos es un fenómeno irreversible. La persona afectada empieza quedándose algún sábado en casa y decidiendo que se está la mar de a gusto viendo a la Patiño en la tele mientras se toma una pizza, y unos años después, si sigue manteniendo algún contacto con sus amigos de antes es porque les envía cervezas o cafés virtuales por el Facebook. Aunque también hay casos documentados en los que, tras un período setil intenso causado por relación seria o matrimonio, la seta termina la relación que le llevó a ese estado y sufre un proceso de "des-setización" extrema, deseando recuperar cuanto antes el tiempo perdido.

Una de las primeras señales de alarma que indican que el lado setil de la fuerza se está apoderando de tu entorno es que cada vez hace falta más tiempo de preaviso y planificación para organizar cualquier plan, mientras que la gente sigue haciendo gala de una espontaneidad envidiable a la hora de las cancelaciones. A lo mejor a los veintipocos quedabas con una amiga a las cinco de la tarde para ir de tiendas, de la tienda te ibas a tomar una caña, con las cañas se os hacía tarde y os pedíais unos pinchos para cenar, decidíais tomaros una copichuela para bajar los pinchos y acabábais a las ocho y media de la mañana desayunando a la salida del after.

Pero cuando tus amigas se empiezan a dejar captar por el lado seta, las cosas son un poco diferentes. A lo mejor estáis tomando un café, a las ocho de la tarde de un sábado cualquiera, y tú propones iros a cenar por ahí (lo de salir luego planeas dejarlo caer a los postres, que si lo dices todo junto ya se te agobian ante tanto derroche de actividad). Y una te dice que es que ya se había hecho a la idea de no salir esa noche y madrugar al día siguiente para limpiar la cubertería de plata, la otra que es que está haciendo la dieta de los puntos y que al haberse tomado esa caña contigo sólo le quedan puntos suficientes a gastar para mascar un apio al llegar a casa, otra más que es que esa mañana curró y está cansada, y otra más que no ha currado pero que la semana que viene va a currar mucho y va a cansarse, por lo que tiene que reservar fuerzas. Finalmente acordais cenar al sábado siguiente, os tiráis tres días a emails para decidir la hora y el lugar (que a mí no me lleves a un italiano que es que son puros hidratos, estáis boicoteando mi dieta para que siga siendo la gordita del grupo, que a mí no me hagas ir a un restaurante del centro que no tengo donde aparcar, y como no voy a salir después no me compensa si no es en mi barrio, que no reserveis para las diez de la noche que es muy pronto, que yo salgo de currar a las nueve y media, que no reserveis para las once que es muy tarde, que yo mañana madrugo que voy a casa de los suegros...), y cuando por fin conseguís concretar, llega el día señalado y, en las cinco horas previas a la cena, se caerán del plan por lo menos dos o tres personas vía sms ("No voy, cansada de currar", "No voy, tengo la regla y me siento mal", "No voy, estoy en pijama viendo la tele y ahora me da pereza cambiarme").

En cualquier caso, y aunque el resultado es el mismo (apalancamiento supremo), no todas las setas usarán las mismas excusas para darte plantón. En cierto modo, dime qué argumento das para quedarte en casa y te diré qué tipo de seta eres:

-"Estoy en pijama y ya me había hecho a la idea de no salir". Ésta viene a ser la seta pata negra. No es que se haga seta con el tiempo, es que lo es de siempre. Está impreso en su código genético. Se haría un tatuaje de "no sin mi sofá y mi pijama" si no fuera porque eso requeriría levantarse, vestirse y desplazarse hasta el tatuador de turno. Ni siquiera ve necesario inventarse una excusa para cancelar un plan, porque para ella (hablo en femenino por mi experiencia más cercana y por concordancia con el término seta, pero conste que también existen "setos") el hecho de que no le apetezca levantarse del sofá le parece un motivo harto suficiente.

-"Es que al llegar a casa tengo que poner la lavadora, porque si lo dejo para mañana por la mañana no podré tender la colada hasta el mediodía, y eso me retrasará también la limpieza de los cristales y la de los baños". Ésta vendría a ser la seta cuadriculada. Se hace unos horarios para sus rutinas diarias y no los mueve por nada del mundo. Se les aparece Saywer el de Lost en gayumbos con un bote de aceite para masajes y le mandan a paseo porque es que si ahora pringa la cama de aceite de masajes y otros fluidos luego tendrá que cambiar las sábanas, y eso le retrasará para quitarse de encima toda la ropa que tiene pendiente de planchar. Las primeras veces que te salga con algún argumento de este tipo intentarás convencerla de que no pasa nada por que la cubertería de plata se limpie un día antes o un día más tarde, y te mirará como si se hubiera quejado de que no llega a fin de mes y le hubieras propuesto vender a su hermana por piezas en las subastas clandestinas de órganos de internet.

-"Jo, hoy paso de salir que estoy muy cansada, pero el sábado que viene salimos y hasta el amanecer, rompemos con todo, juerga salvaje y desenfreno". O dicho de otra forma, la seta que no quiere asumir que es una seta. Ni que decir tiene que al sábado siguiente volverá a estar muy cansada, y te asegurará que para el siguiente fin de semana será cuando esté dispuesta a salir hasta las quince mil, y así hasta el final de los tiempos. Es cómo el chiste aquel de "Papá, siempre comemos pan de ayer, ¿cuándo podremos comer pan de hoy?""Mañana, hijo, mañana".

- "Es que hoy voy con Javi a ver el fútbol"/"Lo dejé con Javi, hoy salimos, ¿no?: La seta intermitente. Alterna dos estados. Un estado de emparejamiento en el que la pierdes de vista totalmente porque únicamente hace planes con su churri o, en todo caso, con su churri y otras parejas. Y un estado de soltería (cuando lo deja con el maromo de turno) en el que no te deja ni a sol ni a sombra porque sólo quiere salir, pasarlo bien y desmadrar... hasta que en una de esas conoce nuevo churri y vuelta al punto inicial.

-"Es que nosotros ya hemos madurado". Setas en pareja cuyo plan del sábado noche es quedarse viendo la tele (y quiero pensar que el plan incluirá al menos un polvo, aunque sea en el descanso del partido). En sus tiempos de soltería salían para ver si pillaban cacho, así que ahora que ya tienen pareja les parece tiempo perdido. De hecho, salir de fiesta ahora que llevas unos años emparejado sólo servirá para que tu churri pueda compararte con el "ganado" que sigue pastando libremente por ahí... De cuando en cuando se produce un acontecimiento cósmico de esos que decía Leire Pajín, y pueden salir con los/las colegas sin la presencia de la media naranja (despedidas de soltero o similares). Y ahí te puedes encontrar con dos posibilidades: el superseta que se tira toda la noche mensajeándose con su churri y se va a casa el primero, o el que aprovecha el primer aire de libertad para desmelenarse, se pilla un cogorzón del quince y pone las vidas de sus amigos en serio peligro (bien porque se ponga "tonto" con la gente y se busque una pelea, bien porque intente hacerse el guay o el superligón y esté a punto de matar al personal de vergüenza ajena...)

jueves, 25 de marzo de 2010

Señoras que tienen amigos por compromiso en Facebook...

Dicen que los amigos se pueden contar con los dedos de una mano. Otra cosa es los amigos de Facebook, que parece que si bajas de 40 eres un paria social (aunque si subes de 200 seguramente eres un fantasma que se ha hecho amigo de cinco personas y 195 perfiles públicos para hacer bulto). Y naturalmente, amigos-amigos, en el Facebook como en la vida, tendrás un puñadito. Lo demás serán conocidos, compañeros de trabajo, ex compañeros de cole o facultad que te vas encontrando por ahí, novios o familiares de tus colegas… Yo hace tiempo que estoy convencida de que haría falta un protocolo de redes sociales, para saber cuándo conviene agregar a alguien y cuándo es tomarse demasiadas confianzas, y ya de paso, cómo rechazar una solicitud de amistad que no te apetece ni un poquito sin crear un conflicto diplomático. Porque si te agrega un perfecto desconocido que vio tu foto en algún grupo puedes darle a ignorar sin mayor remordimiento con el sobradísimo motivo de “yo sólo agrego a gente que conozco”, pero, ¿qué hay de la gente que sí conoces, que tratas con cierta frecuencia y que te puede pedir explicaciones? He aquí algunos ejemplos de lo que quiero decir: Tú abres el Facebook y te encuentras con que….

-“Tu jefe” te ha agregado como amigo de Facebook. De lo mejor que te puede pasar, vamos: Va a ver tus fotos en la despedida de soltera de tu amiga maripili con unas bragas rosas de cuello vuelto por encima de los vaqueros, se va a coscar de tus actualizaciones de estado en horario laboral, y a lo mejor pilla la indirecta si ve que has colgado ese bonito video musical de los Mojinos Escozíos que dice algo del tipo “queremos pan, queremos vino, queremo’ al jefe colgao de un pino”.

-“Tu prima la cotilla repelente” te ha agregado como amiga de Facebook: va a controlar tu estado sentimental, el número de maromos que tienes agregados como amigos, tus fotos de juerga o con el parejo o rollete de turno, y vas a ser el tema de conversación de todas las reuniones familiares hasta el infinito y más allá…(No, no cabe la opción de contraatacar usando la información que veas sobre ella: o está casada y sólo sube chorrocientas mil fotos de sus churumbeles, o no tiene vida propia y en su muro solo hay notificaciones del Farmville y mensajes de las gallegas de la fortuna).

-“Tu ex novio con el que quedaste como amigos pero por el que en realidad sigues pillada” te ha agregado como amigo de Facebook: Este lo malo es que lo agregas con toda la ilusión pensando que así intensificaréis el contacto y se reenamorará de ti leyendo tus ingeniosas actualizaciones de estado y viendo tus álbums de fotos en los que saldrás divina de la muerte. Y al final acabas viendo su foto de perfil abrazado a tu sucesora, los álbums de sus escapaditas románticas a Venecia o a París, y leyendo los mensajes hipercursis que se dejan en el muro. (Existe la posibilidad de que “Tu ex novio con el que acabaste como el rosario de la aurora” te ha agregado como amigo, pero a ese lo puedes mandar a tomar viento con menos diplomacia).
- “Tu amiga la saturadora de email” te ha agregado como amiga de Facebook: igual es maja y le tienes mucho aprecio, pero si cada día te encuentras en la bandeja de entrada del correo 30 mensajes suyos con cadenas del amor y la suerte, powerpoints de fotos de bebés y hoax apocalípticos varios, no creas que en el caralibro va a resultar menos molesta. Te va a freir a solicitudes: Cada día te habrá mandado quince besos, seis abrazos, ocho rosas de la suerte, dieciséis bichos varios de Farmville, y te habrá invitado a unirte a grupos de lo más bizarro, porque ella, naturalmente, se apunta todo y te invita a todo (Es la típica que se habrá unido al grupo de la Mesa pola Normalización Lingüística y al club de fans de Rosa Díez, y ten por seguro que te va a invitar a ambos, o a “Por la defensa de la fiesta nacional” y “La tortura no es arte ni cultura”, y tres cuartos de lo mismo).
- “El novio insufrible de tu amiga” te ha agregado como amigo en Facebook. Te cae como una patada en los ovarios y te agobia que cada vez que quedes con tu amiga tenga que estar él presente criticando todo lo que se haga o se diga… ahora también podrá leer tu muro para criticar los grupos chorras a los que te unes, lo mal que sales en las fotos que cuelgas y las gilipolleces que te escriben el resto de sus contactos… Y tú pasa de agregarlo, que tu amiga te monta un drama que “Rompiendo las olas” en comparación es “Los Bingueros”.
- “Tu madre” te ha agregado como amiga en Facebook. En mi caso estoy a salvo porque en mi casa tecnológicamente están de lo más atrasados y tengo que acercarme al hogar materno hasta cuando quieren comprar un partido de futbol en el Plus, pero a menos que tu caralibro sea muy aburrido o tu madre muy enrollada, verás irse por el desagüe todo reducto de intimidad conquistado desde la primera vez que en los albores de tu adolescencia echaste el pestillo en tu cuarto…

martes, 9 de marzo de 2010

The Musical

Últimamente veo todas las series que me interesan en el ordenador y tengo a mi pobre tele criando polvo, así que hasta hoy, que se me ocurrió comer viendo "Sé lo que hicisteis", no me había enterado que se se está preparando un musical inspirado en "Cuéntame cómo pasó". Llegados a este punto, y después de oir hablar de musicales de Mecano, musicales de Abba, musicales de Nacho Cano que no me queda muy claro de qué van, nuevas versiones de Grease, y hasta un musical de Willie Fogg , tal vez quepa hacerse la pregunta... ¿qué será lo próximo?

Y al igual que en su momento os di algunos consejillos por si queríais vivir del cuent iniciar una carrera literaria basada en la moda de clásicos mezclados con zombies, he aquí unos consejillos sobre taquilleras series de televisión que pueden llenar los teatros... y tu bolsillo.

"CSI" el Musical. Una trepidante combinación de pruebas criminológicas, divertidos enredos amorosos y pegadizas canciones. En la versión española, Grissom es interpretado por Miguel Ángel Muñoz, el de Upa Dance.

"Lost", el Musical. Impresionante puesta en escena con los restos del avión estrellado, los búnkers y la espesura de la selva. Tony al mejor vestuario por los monos ceñidos con lentejuelas de la iniciativa Dharma, impresionante el tango a tres en el que Sawyer y Jack se disputan a Kate como compañera de baile. En una pequeña licencia poética, el humo negro es de color violeta, y de vez en cuando se proyecta hacia el patio de butacas con el consabido susto del público, para hacer el espectáculo más interactivo.

"V", el musical. Llegaron en naves procedentes de un planeta muy lejano dispuestos a compartir con nosotros nuevos ritmos y coreografías sorprendentes, pero no son lo que dicen ser. Mike Donovan y Julie Parrish se encargarán de evitar que Diana liquide a la humanidad... no sin antes darle una lección sobre la pista de baile.

"House, el musical". Cínico y borde a primera vista y con problemas de cojera que le obligan a usar bastón, House olvida sus dolores y su mal carácter cuando se enfrenta a un desafío médico. Los diagnósticos diferenciales musicalizados, en los que House y su equipo debaten síntomas cantando pegadizas canciones, son la nota más distintiva de este musical, junto a los números de claqué del protagonista, con bastón y todo. Merecedora de un Tony por el tema "It's not Lupus".

"Oliver y Benji", el musical. Fútbol y baile se mezclan en el primer musical al que podrás llevar a tu novio sin que proteste. Diecisiete números musicales con los que los principales protagonistas de la serie evocan su vida, a modo de flashbacks durante la tanda de penaltys de la final del campeonato. Con Joaquín Cortés en el papel de Mark Lenders.

Actualización: Edito para linkar este post indicado por Illuminatus, en el que lo que se proponen son versiones musicales para peliculas, que tampoco tienen desperdicio. Yo pagaría por ver "La jungla de cristal: el Musical", sin duda...

miércoles, 24 de febrero de 2010

Protocolo inernetero...

Vi en el blog de Gordi una pequeña encuesta sobre nuestra visión de la educación y los modales en los blogs: Iba a dejarle un comentario pero a la mitad me di cuenta de que me iba a quedar un ladrillazo tremendo, así que me dije: "mira, esto te da para un post!". Así que al lío.

¿Qué es lo que más te molesta de un blog/bloguero?

Lo que más me molesta, sin duda, es el doble rasero según los comentarios se realicen en el blog propio o en blogs ajenos. O dicho de otra forma: tú puedes entrar al blog de Fulanita, leer un post en el que cuenta que la noche anterior se tomó dos copas y ligó en un bar, y dejarle un comentario llamándola alcohólica y diciendo que si la violan y la descuartizan vendrá a ser su culpa por golfa, porque es que tú eres muy sincera y no vas a guardarte tu opinión para pelotear a la bloguera de turno. Pero si tú escribes un post en tu chiringuito que la homeopatía cura el SIDA, que el Gobierno va a obligar a todas las niñas de primero de Primaria a tomarse la píldora del día después en el recreo, o que el 11-M lo planeó una conspiración entre Al-Quaeda, ETA y el lobby gay, y alguien te deja un comentario mostrando desacuerdo o enlazando fuentes que contradicen tu teoría, desactivas la opción de comentarios y dedicas 15 post a lamentarte por cómo todo Internet conspira para intentar silenciarte.

¿Qué es lo que más te molesta de un comentario/comentarista?
Por ejemplo, que te suelte una diatriba de insultos y descalificaciones que, más que con lo que escribes, guardan relación con un trauma suyo sin resolver. Por ejemplo, tú en un post cuentas una batallita de cuando ibas en primero de BUP y te molaba Paco porque tenía 18 años, iba en moto, fumaba y era malote, y alguien te deja un comentario de ocho párrafos -por lo general, bastante mal redactados- del tipo "todas sois iguales mucho quejaros de los tíos pero al final os gusta arrastraros por cualquier cabrón que os trate a patadas y acabais abandonando a vuestro novio que tan bien os trataba y tanto os quería después de cuatro años dos meses y una semana, y encima en el mismo restaurante de vuestra primera cita, para iros con un chulo macarra al que conocisteis la noche esa que fuisteis con vuestra amiga Paqui de copas porque ya decía yo que Paqui era una mala influencia y total para qué para que el tío os trate a patadas y os engañe con todas pero ya lloraréis ya, por ZORRAS".

O la otra opción, el típico crispado monotema -generalmente rollo político- que lee tres líneas en diagonal, busca cualquier dato irrelevante y te suelta su arenga sin venir demasiado a cuento. Por ejemplo, tú cuentas en un post que te pone Sayid el de Lost y te encuentras un comentario del tipo "claro a todas las cutreprogres que votais a zETAp os ponen los moros, con lo feminazis que sois y ya veréis cuando os lleven a Irak y os pongan un burka, pero claro, a los moros no se les puede criticar pero a los cristianos sí, por eso Amenabar en Ágora critica a los cristianos pero no tiene huevos de meterse con los moros porque claro, como Amenabar es gay ZP subvenciona sus películas y mientras ya hay seis millones de parados". (Cosas parecidas he visto por estos mundos de la blogosfera...)

¿Qué es para ti la mala educación en un blog?
Aparte de todo lo arriba comentado, dejar comentarios únicamente para promocionar tu propio blog (lo típico de "hola, sí, qué bonito lo que dices, podeis leer mi blog que me acabo de hacer que es fulanitotieneunblog.fulanito.com"); O por parte del autor, hacer entradas usando textos ajenos (ya sean post de otra gente o simplemente textos graciosos del tipo monólogo del club de la comedia) sin indicar de ningún modo que no son obra tuya. Bueno, en el primer caso lo considero un plagio en toda regla y sin escrúpulos. En el segundo, de entrada puede ser que des por hecho que todo el mundo conoce el monólogo de "a mi novia no le viene la regla" y por eso no hayas indicado la fuente, pero si te empiezan a llegar comentarios del tipo "qué ocurrente eres, deberías ser humorista", qué menos que aclarar las cosas.

¿Qué comportamiento hace/haría que dejaras de leer un blog?
Aparte de tooooodo lo anterior, me aburriría de seguir un blog si el contenido se acaba limitando únicamente a memes, premios de esos concedidos de unos blogueros a otros y videos de youtube. Tampoco soy capaz de seguir blogs mal escritos (con infinidad de faltas de ortografía, o redactados de forma incoherente, o escritos en lenguaje sms o similar). Que vengan con musiquita incorporada que te empieza a sonar al abrirlo quieras o no también me tira bastante para atrás. Si el blog es rosa y al mover el ratón la flechita es sustituida por una mariposita, un angelito o similares, cierro ventana ipso facto, así en el blog estén publicadas las claves para acceder online a la cuenta corriente de Amancio Ortega...

¿Qué importancia das a los comentarios de un blog?
Depende del tipo de blog. En los divulgativos me gusta leerlos porque muchas veces se genera debate interesante. En los que suelen abordar temas de actualidad o polémicos echo un vistacillo para ver qué se cuece, pero si tengo por delante 150 comentarios de descalificaciones varias, paso de leérmelos todos. En los personales, los leo en los de la gente a la que sigo más de cerca, que conozco, que tenemos comentaristas en común... Si no doy una visual por encima, pero no me detengo mucho. Reconozco, eso sí, que me tira patrás ver un blog que no dé opción de dejar comentarios, aunque sea con moderación.

¿Qué consideras como "mala educación" en la Red?

Esto lo interpretaré como en otros usos de la Red distintos del blog, para no repetir lo de antes. Con el correo electrónico, saturar la bandeja de entrada de tooodos tus contactos reenviando sistemáticamente cuanto correo te envían a ti. (No me explico cómo gente que supuestamente me conoce me envía manifiestos antiabortistas, emails de los de "esto no es racismo, es una verdad como un templo" o power points con fotos de bebés en plan "consejos para encontrar el amor"). Y en las redes sociales, ídem pero con saturar a tus contactos con invitaciones a grupos y aplicaciones varias, sobre todo sin molestarnos en comprobar si a determinado amigo le va a molar determinada sugerencia. A veces es tan sencillo como cotillear a qué páginas se han apuntado ya tus contactos. Si tu amigo Pedrito figura como fan de Izquierda Unida y se ha unido al grupo "antes de votar al PP voto a Karmele Marchante", no le veo mucho sentido a que le sugieras unirse al grupo de "Mariano Rajoy, presidente del Gobierno Ya". Del mismo modo, si nunca ves notificación alguna de que tu amiga Pepi esté jugando a Farmville, a partir de la octava oveja que envías sin recibir respuesta puedes pillar la indirecta y dejar de mandarle cosas...

martes, 26 de enero de 2010

Pon un zombie en tu biblioteca

Si hace unos meses hablaba de "Orgullo y Prejuicio y Zombies", esa libre versión de la novela de Jane Austen que mezclaba amores y malentendidos en la campiña inglesa con muertos vivientes hambrientos de cerebro, el otro día, curioseando en una cadena de librerías que no voy a mencionar (qué diablos,si los de La Casa del Libro quieren publicidad que la paguen), me encontré con "LaZarillo Z. Matar Zombies Nunca fue Pan Comido".

Y si un libro de estas características puede ser algo anecdótico, dos ya pueden anticipar el inicio de una moda: Clásicos de la literatura de todos los tiempos, readaptados para incluir a zombies devoradores de materia gris humana. Así que, amiguitos con deseos de firmar ejemplares en La Feria del Libro pero escasos de imaginación para parir una obra cien por cien original, corred sin tardanza a por esos clásicos de la literatura que duermen el sueño de los justos en la estantería desde que os los tuvisteis que leer en el insti, y escoger la obra a adaptar, que las posibilidades son infinitas. Y para muestra, un par de botones:

Romeo y Julieta y zombies: Los Montesco y los Capuletto son dos clanes de cazadores de zombies que compiten entre sí desde hace generaciones por ser quienes más muertos vivientes barren de las calles de Verona. Un día, Romeo, hijo de los Montesco, y Julieta, benjamina de los Capuletto, coinciden en un callejón persiguiendo al mismo muerto viviente, y caen rendidos de amor a primera vista mientras le cortan la cabeza al engendro. La relación no cuenta con la aprobación de las familias, sobre todo porque los Capuletto esperan casar a Julieta con un adinerado cazavampiros... La ventaja de esta versión es que tiene un final feliz, pues tras su trágica muerte los enamorados de reencuentran como zombies y viven felices.. mientras no les den caza sus respectivos papás, claro está.

La Regenta y zombies: La joven y bella esposa del regente lucha a la vez por no caer en los brazos de un amor prohibido, y por no caer en las garras de los muertos vivientes que rondan la torre de la catedral de Vetusta en busca de carne fresca...

Marianela zombie: Perdidamente enamorada del joven ciego a quien hace de lazarillo, la pobre Marianela no puede soportar el temor de que el joven la rechace cuando recupere la visión y descubra que ella es una muerta viviente de carne pútrida...

Crimen y castigo y zombies: El joven Raskólnikov debe superar los remordimientos que le atormentan tras asesinar salvajemente a la vieja Aliona Ivanovna... y proteger su cerebro de su víctima, que se ha levantado de entre los muertos clamando venganza.

La casa de Bernarda Alba y zombies Condenadas a pasar su juventud encerradas guardando un absurdo luto y asediadas por los muertos vivientes que devoraron a su padre, las hijas de Bernarda Alba compiten por el amor de Pepe el Romano, en el que todas ponen sus esperanzas de amor, matrimonio o protección frente a los devoradores de cerebros a los que cada vez cuesta más mantener a raya...

El Conde de Montecristo zombie: El joven Edmundo Dantés tiene por delante una larga y próspera vida, cuando una vil conspiración le lleva a ser encarcelado en una lóbrega prisión... Allí muere trágicamente, pero se levanta de su tumba para vengarse de todos los que contribuyeron en su infortunio. Sin duda, Dantés necesitará nutrirse de muchos cerebros para maquinar su intrincada venganza...

Como veis, salen como churros. No tenéis más que elegir vuestro clásico literario favorito e introducir el elemento "zombie devorador de cerebros"... Eso sí, a ser posible, no escojáis Drácula cambiando a los vampiros por muertos vivientes. Currárloslo al menos un poquito, hacedme el favor...

miércoles, 20 de enero de 2010

Demasiada información de golpe...

En medio de una jornada laboral más bien chunguérrima, recibo una llamada de teléfono de una amiga a la que había perdido la pista hace tiempo. Tanto, que al ver su nombre en la pantalla del móvil, en principio pensé que no era ella, sino una tocaya suya, y los primeros minutos de conversación fueron un tanto surrealistas hasta que ella se dio cuenta de que yo la confundía y yo descubrí con quién estaba hablando realmente.

A mi amiga la conozco desde que teníamos siete añitos, porque fuimos al mismo cole. A partir de los catorce tuvimos un cierto distanciamiento, porque ella estaba en plan pavo subido, empapelando las habitaciones con posters de Alejandro Sanz y Julen Guerrero y hablando a todas horas del chico que le gustaba en el momento, mientras que mi adolescencia fue algo a medio camino entre "Bienvenido a la casa de Muñecas" y "Carrie". A partir de los 17 ó 18 años nos volvimos a acercar, y si bien cada una tenía su ambiente y sus gustos (yo andaba escuchando a Platero cuando ella empezaba a ser fan de Bustamante), de cuando en cuando quedábamos y nos poníamos al día. Ella siempre fue muy enamoradiza, aunque sus amoríos solían durar poco y ser más bien castos, porque era una romántica que buscaba el gran amor de su vida. Yo fui más tardía, pero supongo que también más golfa, así que de enamoramientos castos e idealizados más bien poquito.

Hará unos seis años o así, encontró trabajo en otra ciudad. Como un año después, yo me mudé, por trabajo también, al mismo sitio. Nos vimos sólo un par de veces allí, porque ella tenía que hacer viajes continuamente, y me comentó que estaba empezando a salir con un chico. Me la encontré otra vez casualmente un tiempo después, hará como tres años, y acababa de irse a vivir con el susodicho. Y hoy me cuenta que se casó hace ya dos años y acaba de tener un bebé.

Por lo de pronto hemos hablado de quedar para un café y ponernos al día, y considerando que la última vez que quedamos para charlar largo y tendido, la cosa era poco más adulta y sofisticada que el "jo, tía, que fulanito me ha pedido de salir" de nuestros 13 años, lo de encontrármela de golpe en plan mujer casada y supermami se me va a hacer la ostia de raro. Es como cuando en una serie de la tele hacen una mega elipsis temporal de una temporada a otra, y en el siguiente capítulo que ves, los que eran pareja se han separado, la que era supernumeraria del opus ahora es lesbiana y trabaja haciendo piercings y tatuajes, y el pardillo novato se ha quitado las gafas, se ha hinchado a hacer pesas y abdominales y es quaterback del equipo del instituto. Que te cuesta reubicarte, leches, que es que esas cosas se van contando de a pocos...

lunes, 18 de enero de 2010

Chungología para principiantes: El chungo resentido

Nuestro chungo número uno es un Calimero de la vida, una víctima de la sociedad al que, desde la primera palmadita que le dio el médico nada más salir del útero materno, la vida le ha tratado a hostias. En el cole se reían de él por ser bajito,o gordo, o por no tener unos privata. Su primera novia le dejó por un tío de COU con moto (o su primer novio la dejó por una tía con una 95 de sujetador que se dejaba meter mano), sus padres siempre le hicieron de menos ante sus hermanos, sus hermanos le robaban el postre a la menor ocasión y sus abuelos jamás le dieron un Werthers Original, ni unas tristes rodajas de espetec Casa Tarradellas, ni na de na. No acabó el instituto porque todos sus profes le tenían manía, y nunca ha durado más de seis meses en un trabajo porque en todos la gente acaba conspirando contra él: sus compañeros nunca le piden que les acompañe a la hora del café porque seguro que van a criticarle, y sus jefes o le explotan, o le marginan y le reservan los trabajos más ingratos y en los que menos pueda lucirse.

Esta sucesión de catastróficas desdichas ha hecho que nuestro chungo desarrolle una hostilidad general hacia todos cuantos le rodean. “La gente es mala, tía”, te dirá tu amiga chunga, mientras te cuenta la última putada que le ha jugado su jefe, su compañera, su madre, su suegra, la vecina del cuarto derecha o la frutera que, con premeditación y alevosía, le ha colado dos melocotones pochos en la bolsa de la compra.

Por lo general, cuando el chungo resentido (o chunga) tiene que salir a la calle o moverse en ambientes repletos de desconocidos, sufre una especie de brote paranoide con visos de manía persecutoria. Cuando menos te lo esperes, su rostro se tensará, rechinará los dientes y empezará a jurar hasta en arameo por lo bajo, todo ello debido a que “esa tipa/ese notas que acaba de pasar me ha mirado mal”. Si esto mismo sucede en un bar, a las cuatro de la mañana, con el chungo (o chunga) en estado de embriaguez, la situación puede degenerar en una pelea en toda regla, así que mucho ojo: a lo mejor realmente te has quedado mirando a alguien fijamente y con la frente arrugada porque has pasado de ponerte las gafas para salir y estás intentando discernir si conoces a esa persona a la que ves borrosa, pero el chungo va a interpretar tu ceño fruncido como una expresión de asco, burla y desprecio, con lo que tienes todos los papeles para llevarte una guantada que, probablemente, no habrás visto venir. Y eso por no querer llevar las gafas.

Ni que decir tiene que para tener por amigo a un chungo resentido tienes que tener más habilidades diplomáticas que para negociar con secuestradores. Y es que te las verás y desearás para intentar convencerle de que todos tus otros amigos no se dedican a criticarla (que si al principio no lo hacen, no te quepa duda de que al final lo harán, que este tipo de chungo harta muy rápido), de que su novio/a no te hace insinuaciones sexuales si os deja tres minutos a solas en la misma habitación, o de que probablemente la chica que se cruzó en la parada del bus se la quedó mirando porque le sonaría su cara, y no porque se estaba riendo de sus pintas para sus adentros.

Afortunadamente, estos chungos suelen ser presencias fugaces en tu vida. En el momento en que los conozcas, probablemente serás su único amigo porque toda la gente que ha conocido antes le ha traicionado y/o decepcionado profundamente. Es cuestión de tiempo que tú también lo hagas.

Decíamos ayer...

Sí, sigo viva. Una temporada de inspiración bajo mínimos, seguida por una inoportuna avería informática, y otros proyectos que se anunciarán por aquí a su debido momento, me han tenido apartada de estos lares blogueros, pero como mala hierba nunca muere, puedo prometer y prometo que le pasaré un barrido a la casita para quitar las telarañas y lo retomaré donde lo habíamos dejado. Esto es, la primera entrega del tratado de chungología. Pasen y vean…