martes, 20 de octubre de 2009

Chungología para principiantes: la introducción

Quienes conozcais el blog de Quédate a dormir muy probablemente habréis leído entregas de la sección "Los chungos de nuestra vida". Sí, esa serie de post, abierta a la participación de los lectores ( y lectoras) que han tenido alguna experiencia sentimental o sexual con un chungo (o chunga) que desean compartir, siempre en tono cómico, con el resto de la blogosfera. Desde el ligue que resultó ser nazi, hasta el que hablaba de sí mismo en tercera persona, pasando por el que tras el polvo te instalaba una palangana sobre la taza del wc para que te limpiaras los bajos, los hay para todos los gustos.

El caso es que, aunque me encantaría colaborar con esa sección, me temo que ando escasa de chungos de los que poder hablar.No porque sólo me haya liado con personas maravillosas, que todos tenemos algún error en nuestro historial, sino porque los que no entran en la categoría de majos, no llegan a ser chungos, sino distintas modalidades de cabroncete de toda la vida demasiado trillado para generar interés. Sólo una vez tuve un encuentro furtivo con un chungo pata negra, pero puesto que iba con otro chungo a juego para una de mis amigas, no me acaba de parecer correcto contar la historia sin su consentimiento. Lo bueno es que, probablemente por única vez en mi existencia, una vez tropecé con la piedra aprendí a dar un rodeo cada vez que me encontraba con un pedrusco similar en mi camino, y desde entonces llevo ya diez años libre de chungos. En lo sentimental y/o erótico festivo, quiero decir.

Y hago la aclaración porque, si bien en situaciones de potencial emparejamiento o apareamiento mi alarma antichungos actúa al máximo de sensibilidad, en otros contextos resulta mucho más sencillo dármela con queso. Y así, por ejemplo, en una década sin liarme con chungos he tenido, en cambio, un mínimo de cinco o seis amigas y amigos (sobre todo lo primero, no me pregunten por qué con las mujeres funciona peor mi chungorradar) a los que habría que dar de comer aparte, y antes de medianoche a poder ser.

Lo bueno es que de la experiencia se aprende, y a fuerza de irte encontrando con peña chunga a lo largo de tu vida, te vas familiarizando con su idiosincrasia, con sus rasgos definitorios, con sus distintas tipologías. Y si al principio podías tirarte meses o años parasitada por un amigo chungo,y acusándote a ti misma de paranoica si creías apreciar algún comportamiento raruno en tu colega del alma, a base de acumular tortazos y de darte de collejas por lo tonta que fuiste, vas empezando a distinguir los patrones que se repiten en el comportamiento de ese tipo de personajes, y ante un comportamiento que se ajuste a dichos patrones, las alarmas cada vez suenan antes, y con más fuerza.

Llegados a este punto, habría que determinar a qué tipo de especimen podemos considerar un chungo. Porque no es chungo cualquiera que nos caiga mal, o cualquiera que sea difícil de tratar, ni siquiera cualquier persona a la que, en función de sus actos, se le pueda atribuir sin grandes dudas un corazón más negro que el sobaco de un grillo. Así que, por exponer un denominador común a todos los tipos de chungo que te puedes encontrar en la vida, diré que el chungo es ese ser que reparte mal rollo por doquier. Ése que, grupo humano en el que se introduce, grupo en el que empiezan a surgir conflictos, a veces sin que la gente sepa determinar bien por qué. Ése que tal vez al conocerlo parece una persona normal y se comporta con corrección y amabilidad, pero que aún así suele despertar una instintiva e irracional desconfianza, como si pudieras verle el aura chunga (y ése suele ser el momento en el que sacudimos la cabeza para ahuyentar esos paranoicos pensamientos, porque, ¿qué nos ha hecho esa pobre persona para desconfiar de ella?). Es ese ser que supuestamente ha tenido muy mala suerte en la vida, pobre (lo diga indirectamente o sólo nos lo de a entender poniendo cara de perrito tristón) porque todo el mundo le ha fallado, le ha traicionado o le ha dado en la espalda. ¿Toda esta parrafada ha levado a tu mente la cara de alguien de tu entorno? Felicidades, ya has ubicado a tu chungo/a particular. Aunque si todavía estás en la fase de negación de la realidad, probablemente deseches la idea con un "uy, qué va, qué tonterías se me ocurren y sólo por leer un post chorra en un blog...". Sí, sí, ya me lo dirás de aquí a un tiempo.

Naturalmente, como a pesar de esta base común cada chungo tiene su modus operandi, en entradas posteriores, según me vaya dando el punto, iré definiendo diversos prototipos de peña chunga. Naturalmente, son patrones básicos, como cuando te explican los trastornos de la personalidad. A veces nos encontramos un caso de manual, pero es incluso más habitual incluir a gente que es una mezcla de diversos tipos, o que va saltando de uno a otro para adaptarse al entorno. Y es que el chungo es muy adaptable. Probablemente tras una hecatombe nuclear sólo sobrevivirán los chungos y las cucarachas. Y los primeros ya se las apañarán para crear mal rollo entre las segundas, y que se acaben destruyendo unas a otras....

8 comentarios:

Pikifiore dijo...

A un chungo casi nunca le ves venir,va contaminando poco a poco el ambiente,como una colonia que al principio parece que no huele pero luego deja pestazo en el ambiente.Yo he puesto algun chungo en mi vida,pero al igual que tú,no a nivel parejil,sino grupal,y ufff...ni en los peores momentos de Gran Hermano se desataba tanta tension.Un beso

Illuminatus dijo...

Aunque no es definitorio, porque no todas las personas que lo emplean lo son pero si todos los chungos lo emplean, el chantaje emocional es un síntoma bastante bueno, sobre todo porque es un empleo de las emociones de uno contra sí mismo y, precisamente, es algo que no se vé venir.

Para mí es una de las cosas que uno debe controlar.

MissMurphy dijo...

Piki, lo de la colonia chunga es un símil de lo más acertado. Y de lo de la tensión doy fe, yo ayer tuve una cena con chungo disgregador de grupo incluido, y aquello parecía una cumbre USA-URSS en plena guerra fría..

Illuminatus, lo del chantaje emocional evidentemente es marca de la casa. Probablemente una de las razones por las que al principio aguantamos a los chungos es que saben jugar con nuestro complejo de culpa y hacernos sentir que somos los malos. Y ya como encima den con una persona de ésas que no soportan la idea de estar a mal con alguien, hacen su agosto...

nina dijo...

Joer, yo creo que tengo para escribir un libro. Sólo con el Sr. Capullo tengo para largar un buen rato... Eso sí, lo que me río ahora a toro pasado XD

Nebulina dijo...

Hace mucho que no tengo chungos demasiado dentro de mi vida. He activado un radar y se van todos fuera, de golpe..
Un besazo!

acoolgirl dijo...

Vaya si se me ha venido una cara a la cabeza!! Pero le llevo reconociendo cierto tiempo y, aunque algunos de mis amigos no lo vean... yo me alejo de él como de la peste!!

Un besitooo

Y muchas gracias por pasar a felicitarme... que sé quién eres!! :P

Falsarius Chef dijo...

Fascinante, qué cosas se aprenden. Me ha gustado, sí señor.

Sophie dijo...

Psss, psss, sus fans soltamos una lagrimita y un suspiro por sus posts...vueeelveeee al blog vueeelveeee, por Navidaaaa xD