viernes, 2 de abril de 2010

Temporada de setas

Con los años, me he convertido en una gran experta en setas. No en vano componen aproximadamente el 100% de mi círculo social en mi city. Cosas de la edad, supongo, ya que, en la mayoría de entornos sociales, la temporada de setas comienza en algún momento entre los veintitantos y los treintaypocos (por lo general a raíz de algún cambio como echarse pareja formal o pasar de la vida de estudiante al mundo laboral) y dura hasta... bien, en muchos casos es un fenómeno irreversible. La persona afectada empieza quedándose algún sábado en casa y decidiendo que se está la mar de a gusto viendo a la Patiño en la tele mientras se toma una pizza, y unos años después, si sigue manteniendo algún contacto con sus amigos de antes es porque les envía cervezas o cafés virtuales por el Facebook. Aunque también hay casos documentados en los que, tras un período setil intenso causado por relación seria o matrimonio, la seta termina la relación que le llevó a ese estado y sufre un proceso de "des-setización" extrema, deseando recuperar cuanto antes el tiempo perdido.

Una de las primeras señales de alarma que indican que el lado setil de la fuerza se está apoderando de tu entorno es que cada vez hace falta más tiempo de preaviso y planificación para organizar cualquier plan, mientras que la gente sigue haciendo gala de una espontaneidad envidiable a la hora de las cancelaciones. A lo mejor a los veintipocos quedabas con una amiga a las cinco de la tarde para ir de tiendas, de la tienda te ibas a tomar una caña, con las cañas se os hacía tarde y os pedíais unos pinchos para cenar, decidíais tomaros una copichuela para bajar los pinchos y acabábais a las ocho y media de la mañana desayunando a la salida del after.

Pero cuando tus amigas se empiezan a dejar captar por el lado seta, las cosas son un poco diferentes. A lo mejor estáis tomando un café, a las ocho de la tarde de un sábado cualquiera, y tú propones iros a cenar por ahí (lo de salir luego planeas dejarlo caer a los postres, que si lo dices todo junto ya se te agobian ante tanto derroche de actividad). Y una te dice que es que ya se había hecho a la idea de no salir esa noche y madrugar al día siguiente para limpiar la cubertería de plata, la otra que es que está haciendo la dieta de los puntos y que al haberse tomado esa caña contigo sólo le quedan puntos suficientes a gastar para mascar un apio al llegar a casa, otra más que es que esa mañana curró y está cansada, y otra más que no ha currado pero que la semana que viene va a currar mucho y va a cansarse, por lo que tiene que reservar fuerzas. Finalmente acordais cenar al sábado siguiente, os tiráis tres días a emails para decidir la hora y el lugar (que a mí no me lleves a un italiano que es que son puros hidratos, estáis boicoteando mi dieta para que siga siendo la gordita del grupo, que a mí no me hagas ir a un restaurante del centro que no tengo donde aparcar, y como no voy a salir después no me compensa si no es en mi barrio, que no reserveis para las diez de la noche que es muy pronto, que yo salgo de currar a las nueve y media, que no reserveis para las once que es muy tarde, que yo mañana madrugo que voy a casa de los suegros...), y cuando por fin conseguís concretar, llega el día señalado y, en las cinco horas previas a la cena, se caerán del plan por lo menos dos o tres personas vía sms ("No voy, cansada de currar", "No voy, tengo la regla y me siento mal", "No voy, estoy en pijama viendo la tele y ahora me da pereza cambiarme").

En cualquier caso, y aunque el resultado es el mismo (apalancamiento supremo), no todas las setas usarán las mismas excusas para darte plantón. En cierto modo, dime qué argumento das para quedarte en casa y te diré qué tipo de seta eres:

-"Estoy en pijama y ya me había hecho a la idea de no salir". Ésta viene a ser la seta pata negra. No es que se haga seta con el tiempo, es que lo es de siempre. Está impreso en su código genético. Se haría un tatuaje de "no sin mi sofá y mi pijama" si no fuera porque eso requeriría levantarse, vestirse y desplazarse hasta el tatuador de turno. Ni siquiera ve necesario inventarse una excusa para cancelar un plan, porque para ella (hablo en femenino por mi experiencia más cercana y por concordancia con el término seta, pero conste que también existen "setos") el hecho de que no le apetezca levantarse del sofá le parece un motivo harto suficiente.

-"Es que al llegar a casa tengo que poner la lavadora, porque si lo dejo para mañana por la mañana no podré tender la colada hasta el mediodía, y eso me retrasará también la limpieza de los cristales y la de los baños". Ésta vendría a ser la seta cuadriculada. Se hace unos horarios para sus rutinas diarias y no los mueve por nada del mundo. Se les aparece Saywer el de Lost en gayumbos con un bote de aceite para masajes y le mandan a paseo porque es que si ahora pringa la cama de aceite de masajes y otros fluidos luego tendrá que cambiar las sábanas, y eso le retrasará para quitarse de encima toda la ropa que tiene pendiente de planchar. Las primeras veces que te salga con algún argumento de este tipo intentarás convencerla de que no pasa nada por que la cubertería de plata se limpie un día antes o un día más tarde, y te mirará como si se hubiera quejado de que no llega a fin de mes y le hubieras propuesto vender a su hermana por piezas en las subastas clandestinas de órganos de internet.

-"Jo, hoy paso de salir que estoy muy cansada, pero el sábado que viene salimos y hasta el amanecer, rompemos con todo, juerga salvaje y desenfreno". O dicho de otra forma, la seta que no quiere asumir que es una seta. Ni que decir tiene que al sábado siguiente volverá a estar muy cansada, y te asegurará que para el siguiente fin de semana será cuando esté dispuesta a salir hasta las quince mil, y así hasta el final de los tiempos. Es cómo el chiste aquel de "Papá, siempre comemos pan de ayer, ¿cuándo podremos comer pan de hoy?""Mañana, hijo, mañana".

- "Es que hoy voy con Javi a ver el fútbol"/"Lo dejé con Javi, hoy salimos, ¿no?: La seta intermitente. Alterna dos estados. Un estado de emparejamiento en el que la pierdes de vista totalmente porque únicamente hace planes con su churri o, en todo caso, con su churri y otras parejas. Y un estado de soltería (cuando lo deja con el maromo de turno) en el que no te deja ni a sol ni a sombra porque sólo quiere salir, pasarlo bien y desmadrar... hasta que en una de esas conoce nuevo churri y vuelta al punto inicial.

-"Es que nosotros ya hemos madurado". Setas en pareja cuyo plan del sábado noche es quedarse viendo la tele (y quiero pensar que el plan incluirá al menos un polvo, aunque sea en el descanso del partido). En sus tiempos de soltería salían para ver si pillaban cacho, así que ahora que ya tienen pareja les parece tiempo perdido. De hecho, salir de fiesta ahora que llevas unos años emparejado sólo servirá para que tu churri pueda compararte con el "ganado" que sigue pastando libremente por ahí... De cuando en cuando se produce un acontecimiento cósmico de esos que decía Leire Pajín, y pueden salir con los/las colegas sin la presencia de la media naranja (despedidas de soltero o similares). Y ahí te puedes encontrar con dos posibilidades: el superseta que se tira toda la noche mensajeándose con su churri y se va a casa el primero, o el que aprovecha el primer aire de libertad para desmelenarse, se pilla un cogorzón del quince y pone las vidas de sus amigos en serio peligro (bien porque se ponga "tonto" con la gente y se busque una pelea, bien porque intente hacerse el guay o el superligón y esté a punto de matar al personal de vergüenza ajena...)

12 comentarios:

productodetemporada dijo...

Y que no se combinen varias setas entre sí en un solo ejemplar, que eso es de lo peor. Véase el caso:

"es que trabajé el fin de semana pasado, ya estoy en pijama viendo la tele -a las 7 de la tarde-, y tengo que trabajar la próxima semana, pero te prometo que salgo el próximo sábado"

Eso es un caso seta/champiñón irreversible. Especie única y por desgracia no en peligro de extinción (si es que se multiplican cada vez más!)

Y si, por si alguien lo dudaba, esto está basado en un hecho real.

MissMurphy dijo...

Productodetemporada, alguna seta fusión de esas también me he encontrado, sí... A alguna que otra ya les propongo los planes sabiendo que van a decir que no simplemente por ver cuántas excusas pueden encadenar para quedarse en casa...

Sophie dijo...

Añade el setismo post-exámenes o post-oposiciones, contra el que cuesta horrores salir. Yo me tiré un mes así, costaba trabajo sacarme del recorrido cama-frigorífico-sofá en cualquiera de sus variantes, pero un día miré por la ventana y dije "psss, me gustaría recordar qué se siente al notar la suave brisita en la cara" y salí por pelotas.

Caer en el lado setil de la Fuerza es fácil, tenebrosamente fácil, cuando tienes pareja, sobre todo si es tu primer churri. Si tienes la suerte de tener eso claro y luchar con todas tus fuerzas o tener amigos que te den collejas hasta tener la mano pelada te salvas, luchas lo indecible, yo he llegado al piso tras 11 horas seguidas de clase en la academia los sábados, con descansitos de media hora cada dos y media, ducharme y arrastrarme a la calle al grito de "sacaaadme, sacaaaaaadme a que me dé el aire" cuando mi cuerpo luchaba por un pijama y un sofá con mi parejito al lado. Coño, con lo bien que te lo pasas un sábado por la noche de billares o de garitos, ¡¡¡que el zumo de cebada es bueno pal coleteró!!! O a la bolera, donde soy la Mr Bean de la pista xD

MissMurphy dijo...

Jejeje, yo es qe cuando tengo una época de trabajo más intensa de lo normal, lo último que me apetece cuando llega el fin de semana es quedarme en casa con el pijama y la mantita, porque yo soy muy obsesiva y si me tiro el día encerrada en casa sin hacer na, no voy a desconectar y voy a seguir dándole vueltas a los temas laborales.. A mí lo que me deja nueva es salir, cambiar de aires, hablar de cosas que no tengan nada que ver con mi rutina laboral, llegar a casa a las tantas baldada y caer dormida como un leño. Me despierto nueva, hoygan...

MissMurphy dijo...

Y de todas formas, conste que un setismo temporal lo puede tener cualquiera en caso de cansancio extremo, lo malo es que si lo prolongas mucho al final ya no sales de ahí y el sofá te abduce... Y que no es lo mismo "tengo el examen ahí y tengo que centrar tooodas mis energías en él", que el típico caso del eterno opositor que lleva cinco o seis años sin hacer otra cosa que preparar oposiciones y siempre justifica cualquier plantón, bordería, asetamiento o loquesea con el latiguillo de "es que opositar es mu duro y no sabeis lo que estoy pasando".

Sophie dijo...

Opositar es duro de cojones y vale que tienes momentos de bajón y te agria un poco el carácter llegando a soltar alguna vez un borderío, pero ya está, no se hunde el cielo sobre tu cabeza ni nada por el estil. El poder setil de la Fuerza te tienta mucho pero no es imposible decirle que no, diantres

Anónimo dijo...

Olvidas mencionar el tipo seta por contagio, que es cuando tú eras una fiestera pero tu novio muy casero, de esos que te dice "si yo sólo te necesito a tí para ser feliz, ¿por qué ir a ninguna parte cuando aquí estamos tan bien juntos?" Aquí pereza, chantaje emocional, y frustración se dan la mano en la seta más venenosa de todas.

Illuminatus dijo...

A cada uno lo que le funciona. También uno puede asetarse porque le apetece, porque no quiere ver a los demás o lo último que le apetece es socializar (por ejemplo, a mí). De todas formas no veo nada de malo en ninguna de las opciones mientras sea porque a uno es lo que uno quiere.

Ahora estoy muy limitado en mis salidas por mi falta de fondos. Eso si que es jodido.

Pikifiore dijo...

Lo que más abunda en mi circulo es la seta extremista,aquella que pasa de un estado de fiesta total,saliendo de lunes a domingo y arrastrándome a planes descabellados a un estado de empanamiento absoluto,de no pisar la calle por si se cansa y de no quitarse el pijama en cuanto se echa novio.No puedo con tales extremos.Prefiero incluso a las setas estacionarias,al menos sabes que no te llevarán contigo.Yo creo que aún no presento ningún sintoma setil,quizá algun momento seta transitoria,de algún viernes o sábado aislado,la verdad,jajja.

MissMurphy dijo...

Jo, había dejado un comentario el otro día y desapareció! Yo en principio si alguien se echa novio y desaparece no hago distinciones en si le deja de apetecer salir o si como al novio no le gusta, ella se queda por él. Ya somos mayorcitos para tomar decisiones propias, que luego vienen los lamentos de "es que lo he dejado con mi novio y me he quedado solo y sin amigos..."

Illuminatus, naturalmente cada uno es libre de manejar su vida como quiera, y si uno no quiere socializar, pues que no socialice, faltaría más. Ahora bien, si se opta por eso hay que tener claro que los demás van a seguir su vida sin nosotros, y que a lo mejor cuando decidamos que ya nos apetece relacionarnos y salir al mundo exterior, tienen otros planes. Si el "seta" lo asume, pues todo ok, a mí lo que me repatea es que luego me vengan llorando con "es que me siento solo, es que mis amigos pasan de mí y no me llaman, etc, etc".

Piki, yo alguna seta de esas conozco. Básicamente, si un día estoy más aburrida que una ostra y me llama alguna de estas para ofrecerme algún plan de esos demenciales, probablemente me apunto, pero ya tengo claro que sólo darán señales de vida cuando no tienen algo mejor, así que les dispenso el mismo trato: si no tengo un plan que me apetezca más, vale, pero si no, que se busquen la vida...

Nebulina dijo...

Creo que me estoy seatizando prematuramente :·
Un beso!

Sophie dijo...

Apunta la seta primaveral, cuando los pólenes, los ácaros y los pelotazos de ebastina y loratadina que te arreas te dejan tan floja que a la primera cerveza te caes de sueño en el pub, con lo que terminas los fines de semana haciendo vida de sofá. Un putadón del quince contra el que luchas a base de cafeína y fuerza de voluntad